Más que escribir, la caligrafía es toda una filosofía en Japón. La belleza de este arte japonés, transmitido de generación en generación, es imposible de ignorar.
La caligrafía japonesa, o Shodo, es un arte tradicional que significa "el camino de la escritura". Consiste en trazar cuidadosamente elegantes caracteres con un pincel y tinta china. Se trata de una disciplina cultural, artística y espiritual cuyo objetivo es lograr la armonía entre el cuerpo y la mente.
Descubramos juntos este tesoro de Asia, los diferentes estilos japoneses de escritura, el vínculo con el zen y las herramientas necesarias.
📖 Shodo, la forma de escribir
En Japón, el arte se considera una auténtica ascensión espiritual. Así, al igual que el Ikebana, el camino de las flores, o las artes marciales, el Shodo es una forma de mejorar la concentración, conectar con uno mismo y agudizar la mente, mientras se busca el equilibrio perfecto.
En japonés, Sho significa "escribir" y dô "camino". En Japón, a los calígrafos se les llama shodoka o shoka. El camino de la escritura requiere un largo aprendizaje y mucha práctica, y el camino para convertirse en un gran maestro es largo.
La presión del trazo, la precisión de las líneas, las curvas y los puntos son los detalles que hacen de esta disciplina una verdadera obra de arte. La postura, la sujeción del pincel y los movimientos están estudiados en profundidad. El movimiento debe ser preciso y controlado.
Los ideogramas también transmiten una energía vital llamada "Ki". Más que un medio de comunicación o de decoración del hogar, la caligrafía japonesa es un arte sagrado del País del Sol Naciente.
📌 Los orígenes de la caligrafía en Japón
Mientras que los ideogramas de la lengua china aparecieron hace unos 3.000 años, la historia de la caligrafía japonesa no comenzó hasta alrededor del siglo VI, con la llegada del budismo y el confucianismo.
Como el archipiélago carecía de un sistema de escritura propio, se utilizaron caracteres chinos (sinogramas) para formar los kanji (ideogramas de la lengua japonesa). Alrededor del siglo VII, se enviaron monjes a China para aprender las prácticas religiosas locales, entre las que se incluía la caligrafía china. Poco a poco, el arte de la caligrafía se importó a Japón, dando vida a textos budistas, poesía y literatura. Se inspiraba principalmente en las obras chinas y en el estilo Kaisho.
En esta época destacaron tres calígrafos: el emperador Saga, el fundador de la escuela budista Shingon llamado Kukai y Tachibana no Hayanari formaban parte del famoso grupo "Sanpitsu" (los 3 pinceles).
No fue hasta finales del siglo IX cuando este arte japonés empezó a despegar. Basándose en la estética japonesa, el País del Sol Naciente creó su propio estilo de caligrafía.
Grabados de Chobunsai Eishi (1756-1829) de la serie "Bellezas de las Casas Verdes como los Seis Poetas" (1794-1795)
La lengua japonesa escrita se desarrolló con la introducción de los alfabetos silábicos japoneses o kanas. El hiragana se utilizaba como morfemas gramaticales y para ciertas palabras japonesas, mientras que el katakana se empleaba para transcribir términos extranjeros. Estos caracteres fueron utilizados por las mujeres de la Corte Imperial durante la era Heian, antes de ser utilizados posteriormente por los hombres.
Entre las grandes mujeres que desarrollaron la literatura japonesa se encuentran las famosas autoras Sei Shonagon y Murasaki Shikibu. Alrededor del siglo X, la caligrafía estaba reservada a la aristocracia japonesa. La estudiaban los eruditos de la corte y los samuráis.
Durante el periodo Kamakura (1185-1333), los monjes budistas zen ejercieron una fuerte influencia en Japón. Inventaron el estilo Bokuseki, inspirado en las dinastías Song y Yuan que reinaban en China. El Bokuseki es una forma de arte que representa el estado mental del calígrafo en el momento de su trabajo, a través de la práctica de la meditación Zazen.
Más tarde, la caligrafía japonesa dejó de estar reservada únicamente a la nobleza y se extendió también a los comerciantes. Se convirtió en parte esencial de la ceremonia del té, invitando a la mente a la meditación. El camino de la escritura estética también se inculca a las geishas del mismo modo que las danzas tradicionales, la literatura, la poesía o el arte de los arreglos florales.
✒ Las distintas categorías de caligrafía japonesa
Los primeros pictogramas utilizados en caligrafía fueron los caracteres chinos (kanji en Japón). Se utilizaban para escribir los textos sagrados del budismo que siguen inspirando a los calígrafos de la actualidad.
▪ Daijisho
Este género consiste en representar uno o dos kanji resaltados gráficamente mediante la modulación de los trazos, los gestos y la presión del pincel.
▪ Kanas
Estos silabarios japoneses son kanji simplificados, utilizados por su fonética. Se utilizan principalmente para escribir poemas o Haiku.
▪ Kindai Shibunsho
Se trata de una mezcla de kanji y kana creada para facilitar la comprensión de textos antiguos. Los poemas modernos se escriben a menudo en estilo Kindai Shibunsho. Esta forma de caligrafía también se utiliza para transcribir textos extranjeros.
▪ Eisho Zen
Es la forma abstracta de caligrafía que apareció en la década de 1950. El artista se expresa libremente y crea verdaderas obras de arte sin preocuparse por las convenciones habituales.
▪ Tenkoku
El grabado de sellos, que antaño se utilizaba para autentificar documentos, se convirtió en una forma de arte a partir del siglo XIV. El Tenkoku, por ejemplo, consiste en grabar pictogramas chinos en una piedra para dejar una huella de color rojo bermellón.
Estilos de caligrafía en Japón
La caligrafía japonesa tiene 5 estilos principales, todos ellos originarios de China. Las diferentes formas de escritura van de la mano con los materiales que se utilizaban en cada época.
El estilo Tensho
Apareció durante la dinastía Qin, antes de la invención del papel. El estilo gran sello o gran sigilar procede de la escritura arcaica sobre hueso, escamas o bronce. El pequeño sello era la escritura oficial de la época. El estilete utilizado para grabar los caracteres consigue dar un aspecto fino y regular a los trazos.
Estilo Reisho
Se trata de una escritura inventada para facilitar el trabajo de los funcionarios y escribas del Estado. Este estilo se reconoce por sus trazos ligeramente ondulados (cola de pájaro).
Estilo Shosho
Es la forma más popular de escritura. Los trazos están simplificados, sin embargo, este estilo cursivo se considera el más complicado de dominar en caligrafía. Se utiliza en el arte abstracto y el zen, que refleja la energía del autor.
Estilo Gyosho
Se trata de una escritura semicursiva que tiene su origen en la dinastía Han bajo el pincel de Liu De-Sheng antes de ser retomada por un gran calígrafo chino (Wang Xizhi). El gyosho se utiliza mucho para escribir a mano. En este estilo, el pincel del artista nunca se separa del papel.
Estilo Kaisho
Apareció durante las dinastías Wei y Jin para proporcionar una escritura especialmente legible que respondiera a las necesidades de los poderes de la época. Los símbolos están separados y se parecen mucho a los caracteres de imprenta para facilitar la lectura. Es el mejor estilo para iniciarse en la caligrafía.
🗝 Herramientas necesarias para la caligrafía japonesa
Si quieres tomar clases de caligrafía japonesa, necesitarás los 4 tesoros del erudito. Estos son papel, pincel, una barra de tinta o tinta líquida y una piedra de tinta.
- Fude: Se trata de un pincel japonés con mango de bambú y una brocha de diferentes tamaños. (punta fina, cerdas largas, flexible, rígida, etc.)
- Sumi: La tinta china es una mezcla de hollín de madera resinosa quemada, aceites vegetales y cola. Está disponible en forma líquida o en barra (sumi) hecha a mano con tinta seca. Basta con frotar el pincel con agua para obtener una tinta líquida con un pigmento negro o a veces con color, según el tipo de madera utilizado para fabricarla.
- Suzuri: La piedra de tinta se utiliza para frotar el palo y preparar la tinta líquida. Suele ser de pizarra. Es el recipiente en el que se sumerge el pincel.
- Hanshi: Son finas hojas de papel hechas a mano en formato 25x35. A diferencia de China, no se fabrican con papel de arroz, sino con fibras de morera.
Además de estas cuatro herramientas de caligrafía, es aún mejor si tienes un pisapapeles y un bloc de hojas. Si quieres probar el shodo o iniciar a un amigo o familiar en este arte, echa un vistazo a nuestros sets de regalo de caligrafía japonesa.
🧘 Caligrafía y filosofía Zen
El Zen es una rama del budismo que utiliza la meditación para despertar la mente, en particular la postura Zazen. La caligrafía japonesa se inspira en la filosofía zen, ya que constituye un auténtico vínculo entre el cuerpo y la mente.
El control de la respiración es un elemento esencial para lograr un estado de armonía. La respiración es la fuente de la energía Ki que se expresa en la pincelada. Una respiración profunda proporcionará una pincelada más completa. La meditación zen permite despejar la mente para que cada trazo proceda de la esencia del corazón y no del pensamiento, dejando a un lado el deseo de perfección.
Por último, debes saber que para lograr una verdadera caligrafía zen hay que respetar 4 principios fundamentales:
▪ Armonía de la composición
La armonía y el equilibrio son esenciales para lograr una obra de calidad. Así, el dominio del espacio y las reglas de composición son básicos en la caligrafía japonesa.
▪ Equilibrio de fuerzas
También buscaremos variar el grosor de las líneas. Las líneas curvas son más ligeras y fluidas, mientras que las rectas son más pronunciadas.
▪ Reflejo del momento presente
Una obra se crea en una sola sesión. Transcribe la energía y la emoción del artista en el momento T. En este caso, no se puede retomar una composición más tarde. Todo lo que se empieza debe terminarse.
▪ La revelación del Ki
Es la fuerza vital que hace que la caligrafía sea tan bella. Sin Ki, los símbolos no tienen alma. Antes de pintar los personajes, el artista debe concentrarse en su respiración y en el momento presente. Luego, proyectar la energía sentida a través de su pincelada.
🤓 Aprender caligrafía japonesa
Si te apasiona el arte de la escritura japonesa, debes saber que puedes recibir clases de caligrafía en España. Además, hay muchos libros y recursos en Internet que te ayudarán a descubrir las técnicas caligráficas, adaptados a todos los niveles. Pero también puedes aprender este arte japonés con un profesor. Algunos dan clases a domicilio, mientras que otros organizan clases en grupo.
Para aprender la caligrafía japonesa, lo mejor es acudir directamente al estudio de un maestro calígrafo, que te aconsejará sobre tu postura, tu trazado, tu respiración y todas las sutilezas que marcan la diferencia en la obra. El Shodoka se adaptará a tu nivel y te guiará hacia los estilos que mejor se adapten a tus progresos. También tendrás el placer de verle pintar y observar su técnica. En Madrid, puedes ponerte en contacto con la maestra calígrafa Michi, por ejemplo.
Si deseas saber más sobre la caligrafía japonesa, te recomendamos los cursos de Mitoyo.
La caligrafía japonesa es una oda a la sensibilidad, la poesía y la belleza del universo, que abre la puerta a la espiritualidad. Además, la práctica de este arte japonés te proporcionará una gran serenidad y mejorará tu capacidad de concentración. ¿Te animas a probarlo?